Ansiaba con todas mis fuerzas que fuera terrible. Aun cuando sabía con total certeza que era bastante improbable, me aferraba a la esperanza de que aquella noche, aquella única, inesperada y tan jodidamente deseada oportunidad resultara ser un estrepitoso fracaso. Necesitaba la desilusión que me devolviera el sentido común y me sacara esa tonta obsesión de la cabeza. Y cómo no, tuve que equivocarme. Y cómo no, sus besos tuvieron que arder más incluso de lo que yo había imaginado, tuvieron que ser creíbles. Y cómo no, sus dedos tuvieron que hacer saltar chispas en cada minúsculo punto de mi cuerpo. Entonces le odié. Y a mí me odié a la vez. Porque fue entonces cuando supe que él jamás dejaría de producir ese efecto en mí.
June 28, 2016
June 23, 2016
Eat, pray, love
"Todo empieza cuando el objeto de tu afecto te inyecta una fuerte y alucinógena dosis de algo que nunca te has atrevido siquiera a admitir que querías. Un emotivo chute de amor y emoción descontrolados. Pronto empiezas a ansiar esa atención con el mono de una yonki. Cuando te la deniegan enfermas, enloqueces, por no hablar del resentimiento que sientes hacia el camello que te enganchó y que ahora se niega a pasarte tu droga.
Maldita sea, y antes te lo regalaba sin pedírselo. Lo siguiente eres tú, en los huesos, temblando en una esquina, con la única certeza de que venderías tu alma para poderlo probar una vez más. Mientras tanto, el objeto de tu adoración, ahora siente repulsión por ti.
Te mira como si no te conociera de nada. Lo irónico es que él no tiene la culpa. En fin, mírate bien, eres una calamidad. No puedes reconocerte ni con tus propios ojos. Y has llegado al destino final de tu encaprichamiento. La total y despiadada infravaloración de ti misma."
January 4, 2016
1 noche, 12 uvas.
Nochevieja
siempre ha sido mi noche preferida del año. Es tan mágica, tan emocionante… las
campanadas, las uvas, el comienzo de un nuevo año, una nueva oportunidad para
ser la mejor versión posible de ti mismo… No puedo evitar sonreír al pensar en
ello.
Y como buena
obsesa por las tradiciones que soy, para mí el 31 de diciembre es una tradición
en sí, y disfruto todos y cada uno de los momentos de este día como una enana;
manías, costumbres y rituales incluidos. Os presento mi Nochevieja.
GUÍA DE SUPERVIVENCIA
NOCHEVIEJERA DE FIVE:
11:30 Paso 1: Un
día tan especial debe empezar de la mejor manera posible, preparando un
desayuno a lo grande, que esté a la altura de las circunstancias.
12:00 Paso 2: ordenar esta leonera.
12:40 Paso 3: ducha de las de dos horas, y con una buena playlist de fondo, elaborada especialmente para la ocasión.
14:50 Paso 4: sacar del armario ese conjunto que me ha costado tantísimo encontrar, y que tantísimas ganas tengo de ponerme, así como bolso, tacones, etc… simplemente para y admirarme a mí misma por el buen trabajo que he hecho escogiéndolo.
15:45 Paso 5: una de mis partes favoritas del día. Encerrarme en mi cuarto a ver Noche de fin de año mientras me tomo el café y me pinto las uñas como ritual super mío y super importante para invocar al gran y fabuloso espíritu de la Nochevieja y las ganas de que lleguen las 00:00 y de la mejor fiesta del año.
18:00 Paso 6: maquillaje y peinado, o como pasar de orco a persona decente en menos de una hora
19:00 Paso 7: vestirme y pasarme un buen rato admirando mi beiesa en el espejo y haciéndome 229458935729857 fotos, porque yes, porque con el trabajo que me ha costado debe quedar constancia de que alguna vez en la vida he tenido un aspecto así de flawless.
19:30 Paso 8: hacer tiempo mientras los demás terminan de arreglarse porque soy una localcoño de la vida y llevo arreglándome desde por la mañana lo cual implica monopolizar el baño y que los demás tengan que arreglarse en el último minuto. El momento perfecto para sentarme, encender un par de velas y repasar todas las cosas buenas que me han pasado durante el año así como escribir mis propósitos para el año nuevo.
20:00 Paso 9: asegurarme por ultra millonésima vez de que no se me olvida la entrada de la fiesta y poner rumbo a la mítica cena de Nochevieja con los amigos de mis padres.
00:00 Paso 10: tomar las uvas delante de la tele intentando no morir de risa. Después desear feliz año nuevo uno por uno a los 182318394745465675245 que somos (mientras intento que no noten que me he puesto a llorar de la emoción cuando han acabado las campanadas) y por último, como manda la tradición más mítica de las Nocheviejas de la vida, bailar nuestro himno oficial de la Nochevieja (“Ni tu ni nadie” de Alaska).
01:00 Paso 11: una vez
cumplida la tradición, últimos retoques de maquillaje, coger abrigo y bolso y
salir de fiesta como si el mundo fuera a acabarse antes de que amanezca.
(lo que ocurre
entre este paso y el siguiente suele quedar un poco borroso; y menos mal)
8:30 Paso 12: churros
con chocolate bien entrada la mañana y vuelta a casa muerta de frío, con las
medias rotas, los zapatos en la mano y el maquillaje emborronado por toda la
cara, pero muriéndome de ganas porque llegue la siguiente Nochevieja.
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